Con el año nuevo a la vuelta de la esquina, la tradición parece sugerir que nos fijemos en las cosas que nos gustaría cambiar en nuestras vidas. Aunque ciertamente no necesitamos esperar a un nuevo año, si eso es motivación, aprovechémoslo.
Para aquellos que han experimentado lidiar con el trauma y el drama asociados con alguien en adicción activa, ¿cómo están viendo este nuevo año? ¿Es con pavor? ¿Con miedo? Supongo que no es como una oportunidad.
Me gustaría hacerle la siguiente pregunta como padre: ¿La vida con un ser querido que sufre de adicción me ha dejado ________?
Si su respuesta es algo así como “desesperanzado”, “con miedo”, “sólo”, “deprimido” o alguna variación de esos temas, es típico. Escucho esas respuestas casi siempre. Lo que no escucho es: “Veo esta crisis como una oportunidad para crecer” o “Incluso en este dolor, miedo y sufrimiento, veo la posibilidad de algo diferente, mejor o más”.
Quiero sugerir que veamos posibilidades incluso en estas situaciones aparentemente desesperadas, que usemos estas situaciones para cambiar y que respondamos de diferentes maneras que conduzcan al crecimiento personal.
Para simplificar esto, veo cuatro cosas que puede elegir hacer:
1) Ajuste su perspectiva
2) Cambie su enfoque
3) Establezca un nuevo rumbo
4) Actúe con valentía y persistencia
Ajuste su perspectiva
Una persona lo dijo de esta manera: “el sufrimiento es inevitable, pero la miseria es opcional”. Es imperativo que pasemos de una mentalidad de víctima a una mentalidad de vencedor. Una víctima, por definición, es alguien que no tiene poder y no tiene opciones. Por lo general, ese no es el caso. Usted tiene el poder de actuar y de tomar una decisión sobre cómo responder a la crisis a la que se enfrenta. La autora e investigadora Brené Brown en su obra Rising Strong habla sobre el pensamiento contradictorio. Vencemos dejando ir. Usted puede jugar a ser un mártir (“ay de mí” o ” ésta es mi cruz para llevar”) o puede jugar a ser “el Hombre Increíble” (soy grande y fuerte, y puedo hacer esto por mi cuenta) o puede dejar ir cediendo el control. Renunciar al control no es “darse por vencido”, es aceptar que es incapaz y es rendirse a un Dios que puede hacerlo. Este es un viaje espiritual y cuando lo ve desde esa perspectiva puede ver que está pasando por esta situación por una razón, y que es para su madurez y crecimiento.
Cambie su enfoque
Piense en su familia como un sistema solar y hay un agujero negro en este sistema solar que representa a su ser querido en crisis, y ha hecho de esto su enfoque principal. Si eso es en lo que se enfoca, se sentirá personalmente agotado, dañado, descuidado y en conflicto, y atrapado en patrones de rescate y de permisividad. Este enfoque le mantiene en un modo de crisis constante, reaccionando al caos en lugar de responder reflexivamente. El agujero negro está absorbiendo toda su energía y tiempo.
La idea es darle la vuelta al sistema y mirar las otras partes del sistema solar familiar en lugar del agujero negro. Concéntrese en usted y/o en los miembros de su familia que no sufren de adicción, y entonces estará en una mejor posición para tratar mejor con su ser querido. Con un cambio de enfoque, esto le ayuda a superar la vergüenza, el miedo y la ira. Concentrarse en sí mismo y en los demás en su vida puede verse como abrir una ventana, dejar entrar el aire fresco y tomar un respiro. También podemos ver esto como una auto- emancipación: “¡Elijo liberarme del control de esta persona, estoy eligiendo la salud!”
Establecer un nuevo rumbo
Aquí es donde crea una nueva visión para usted mismo y se pregunta: “¿Cómo quiero que sea mi vida?”
- ¿Físicamente? (comida, bebida, actividad)
- ¿Mentalmente? (libre de codependencia, miedo, culpa, ira, depresión, ansiedad)
- ¿Espiritualmente? (reconéctese con la fe y las personas de fe)
- ¿Relaciones? (matrimonio, amigos, hijos)
- ¿Creativamente? (juego, aficiones, intereses)
- ¿Financieramente? (pague sus deudas, nuevas metas financieras)
- ¿Vocacional? (carrera, trabajo)
No aborde todo a la vez, elija un área de crecimiento que desee ver, y cree pasos pequeños y factibles. Este es un buen momento para pedir ayuda. Dependiendo de dónde se encuentre en este viaje, puede considerar un terapeuta, un grupo PAL, un amigo, un nutricionista o un planificador financiero. La clave es no hacerlo solo.
Actúe con valentía y persistencia
Una vez que actúe con valentía y elija esa área de crecimiento, es hora de practicar la persistencia. Recuérdese a diario su objetivo, establezca límites y ríndase a la idea de poder controlar el resultado. Una vez que conquiste un cambio, puede pasar a otro dando pequeños pasos. Aunque parezcan pequeños en ese momento, ¡todo suma!
Al seguir estos cuatro principios, pasará de la crisis al crecimiento, y comenzará a ver una crisis como otra oportunidad que puede conducir a una transformación positiva. Las cosas pueden ser diferentes; pueden ser mejores y hay más que la crisis frente a usted.
Rezo para que esto le ayude a lo largo de su viaje,
Ron Paterik, MA, LISAC
Ron es un consejero independiente con licencia para el abuso de sustancias en Grand Canyon Counselling, en Phoenix, Arizona