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¿Qué hacemos cuando nos sentimos impotentes ante otras personas, lugares y cosas?

Hablemos primero de lo que es la impotencia. Es un sentimiento o idea de que carecemos de control de lo que está sucediendo en nuestra vida. Cuando hablamos de adicción, nos sentimos fuera de control sobre el problema de otra persona. Estamos en un lugar de inestabilidad debido a las acciones y elecciones de otra persona. La impotencia es casi como si ya no pudiéramos sentir el suelo debajo de nosotros. Cuando no podemos darle sentido a la adicción de nuestro ser querido, nos sentimos inestables y nuestro cuerpo puede descontrolarse  física y emocionalmente, y pasar al modo de protección.

¿Sabía que nuestros cuerpos están creados para protegerse contra una amenaza percibida? Es un proceso fisiológico natural, que hace aquello para lo que fue creado. Así es como se desarrolla. Nuestro cerebro recibe una señal, ya sea del entorno (un evento fuera de nosotros) o de nuestros pensamientos. Nuestro cerebro decide si esta señal es una amenaza o no. Si lo percibe como una amenaza, nuestros cuerpos se alertan y se siente una sensación en nuestros cuerpos. A eso lo llamamos emoción. Locrea o no, la mayoría de nosotros no somos conscientes de esta sensación porque nuestros cuerpos van a toda velocidad apresurdos para darle sentido a lo que estamos experimentando. Estas sensaciones viajan rápidamente a través de nuestro sistema nervioso a nuestra corteza prefrontal, que es lo que llamamos nuestro funcionamiento ejecutivo. Aquí es donde procesamos todo tipo de información. Nuestro cerebro comienza a procesar o razonar lo que está sucediendo y luego traduce estas sensaciones en palabras que llamamos sentimientos. Felicidad, tristeza, miedo, ira, y la lista continúa.

Entran en juego los mecanismos de defensa. Este es un concepto creado por Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis a principios del siglo XIX. Se dio cuenta de los mecanismos de protección comunes en torno al estrés y los sentimientos o emociones difíciles.

Aprovechamos estos mecanismos cuando nuestra función ejecutiva procesa emociones y sentimientos dolorosos. Un mecanismo de defensa común es el catastrofismo. Nuestros cerebros y cuerpos están tratando de encontrar una manera de recuperar la sensación de control de lo desconocido. Nuestro cerebro está tratando de protegernos esencialmente venciéndonos. Inmediatamente saltamos a la peor conclusión posible e incluso creamos una narrativa falsa que es exagerada e irreal. Empezamos a predecir el futuro. El catastrofismo no ayuda; nos hace sentir peor y sentirnos fuera de control. Nos obsesionamos y pensamos demasiado, lo cual nos roba la paz. Nuestros cerebros alimentan al monstruo.

Salir de este comportamiento en espiral de miedo a lo desconocido y pensamiento catastrófico requiere tanto técnicas de conexión a tierra en el momento como un replanteamiento general. Centrarse en la realidad de la situación y no en la historia que uno se está contando a si mismo en su cabeza. Esto puede ayudar a comenzar a disminuir la intensidad de nuestras emociones y traer paz.

Estos son algunos consejos:

    1. Practique la autoconciencia.Analice en lo que está pensando y practique “el darse cuenta” de estar en el acto de ser catastrófico. En lugar de ver la situación como una predicción del futuro, simplemente dígase a sí mismo “este es un pensamiento catastrófico, los he tenido antes y sé que no son buenos para mí”.
    2. Sigala narrativa falsa catastrófica y vea cuando caen al suelo. Separe lo que el cerebro creó por sí mismo y no lo que realmente está sucediendo. Dese cuenta de que estos pensamientos son posibilidades, no probabilidades.
    3. Practique técnicas de conexión a tierra. La conexión a tierra, yendo descalzo, le ayuda a salir del cerebro emocional y a calmar su sistema nervioso. Aquí hay una técnica fácil que puede interrumpir el ciclo de catastrofismo y traerle de vuelta a la realidad:
      1. Nombre cinco cosas que puede ver
      2. Cuatro cosas que pueda tocar
      3. Tres cosas que pueda oír
      4. Dos cosas que pueda oler
      5. Una cosa que pueda saborear.
    4. Concéntrese en lo que puede controlar. Cuando se de cuenta de que está siendo catastrófico, oblíguese a darse cuenta de que no tiene control sobre el futuro. Deje ir lo que no puede controlar, deje ir la narrativa de lo desconocido.

Por último, busque una red de personas que puedan apoyarle y ayudarle a ser consecuente. Encuentre personas de ideas afines, como las que se encuentran en los grupos de apoyo PAL. Encuentre personas en las que puede apoyarse y que le ayuden a salir de las narrativas que son destructivas. Encuentre a alguien que pueda decirle la verdad en el amor. A veces debemos escuchar cosas una y otra vez hasta que finalmente nuestro cerebro se relaja,y podemos asimilar nueva información y hacer un cambio hacia dejar ir lo que no podemos controlar.

Está bien pedir ayuda.

Brenda Cochran, LCSW
Brenda se dedica a la práctica privada a tiempo completo, inaugurando  Zoe Health, con perspectiva centrada en trauma en la persona completa.